Gabriel Vanrell-Galeria d'Art

Para el Palma Brunch 2017, “Gabriel Vanrell-Galeria d’Art” ha seleccionado a un escultor de primer orden nacional e internacional, Martín Chirino. Escultor español nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1925. Cofundador del grupo El Paso en 1957, Chirino emplea principalmente el hierro y su obra se enmarca dentro del arte abstracto. Sus esculturas comprenden tanto la carencia de componentes narrativos como la riqueza formal y simbólica.

La exposición nos muestra una de las obsesiones del artista: La Espiral. Para ello ofrecemos a nuestro público la colección de 12 grabados “La espiral. Naturaleza, Simbología y Cosmos”. Para presentar esta serie de grabados, Chirino ha construido una sorprendente caja-escultura en bronce en forma de espiral ascendente que los contiene en su interior.

DOCE MOVIMIENTOS LE BASTAN A MARTIN CHIRINO PARA DESENTRAÑAR LOS MISTERIOS QUE ESCONDE TAN ENIGMATICA FORMA.

La imagen de la espiral ha centrado el empeño plástico de Martín Chirino a lo largo de su dilatada trayectoria y, como escribió a Jorge Semprún, con ella recupera la imagen que los aborígenes de su tierra ofrecían como elemento mágico en el ritual del ascenso a las cumbres más altas de las islas, para observar y adorar las estrellas y acercarse al conocimiento de los movimientos estelares. Absorto en el desarrollo del esquema formal de la espiral, en los sugestivos arrollamientos que concentran en el núcleo su propia expansión, en definitiva, en las sorprendentes fuerzas y contradictorios ritmos que impulsan a dibujarla, grabarla y esculpirla, sin agotar jamás sus infinitas posibilidades de representación, alumbra nuevas formas de atrapar pulsiones impredecibles y así, moldea el viento.

No son unas espirales móviles, como podría construirlas Calder, las espirales de Chirino arrancan de la tierra, están firmemente posadas en el espacio y pugnan por "elevarse hasta algún infinito".

Se trata de 12 aguafuertes en seco con resinas, con esa huella en negro y ese abrirse trabajoso desde un núcleo opresor. Sin embargo, aparecen como unos signos libres, no sujetos a otra medida que no sea la que marca el trazo-impulso reconocible como una rúbrica, pero en cada caso irrepetible, de un artista tenaz que abre caminos nuevos desde un mismo punto de partida. Espirales con rasgos de una austeridad intensa logrados a base de atención, concentración y silencio.

En esta exposición los trazos de Chirino salen de ese laberinto de hierro del escultor para pasar al papel.